Suiza es en realidad un país que goza de una limpieza envidiable. Allí la batalla contra la basura es toda una filosofía perfeccionada: se procesa todo lo que puede ser clasificado y separado.
Durante los años 80 hubo una verdadera catástrofe ecológica: los ríos y lagos estaban contaminados con fosfatos y nitratos, la tierra con metales pesados y la gente producía toneladas de basura cada mes. Los habitantes empezaban a quedarse sin aire limpio para respirar y debieron tomar medidas desesperadas.
El método más efectivo mostró ser la clasificación de basuras. En Suiza no hay excepciones para nadie, todos están obligados a separar y clasificar la basura en contenedores. Seguir leyendo [https://goo.gl/N1DiRF] (Fuente: Genial)
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