La isla de Bali
es una joya del archipiélago indonesio, un imán turístico conocido por playas
idílicas y bosques exuberantes. Pero la maldición de la contaminación plástica
amenaza con hacer de este un paraíso perdido, desfigurado por las costas
cubiertas de basura y sitios de vertedero.
La crisis inspiró
al surfista y empresario local Kevin Kumala a encontrar una solución novedosa. El
graduado de biología resolvió crear un plástico mejor, que no dejaría huella
ambiental.
Cada año, se
calcula que 1 billón de bolsas de plástico se consume en todo el mundo y las
bolsas ecológicas de Avani basadas en la yuca son una opción de reemplazo
perfecto para mitigar esta horrible epidemia mundial.
Las bolsas Avani
están hechas de un material 100% biológico y también se consideran como uno de
los bioplásticos a base de yuca de menor costo, además, tiene características
distintivas como las siguientes:
- 100% a base de biocombustibles renovables, no de aceite
- Compostable y biodegradable en cuestión de meses en tierra o en el mar, o al instante en agua caliente. Puede ser disuelto en menos de 150 días cuando se desecha en cuerpos de agua.
- Seguro para consumir por animales terrestres y marinos
- Puede ser reciclado junto con el papel
- Forma y diseño adaptables
- Cuando son ingeridos por los animales, no causa daño alguno
- Personalizadas, utilizando una variedad de colores y diseños
El empresario
lanzó una empresa en 2014 vendiendo ponchos de plástico basado en yuca. Hoy
en día, Avani Eco produce cuatro toneladas de material al día que se utiliza
para productos como bolsas de bioplástico, envases de alimentos y cubiertas para
camas de hospital.
La fábrica de
Avani tiene la capacidad de producir cinco veces más plástico, y los fundadores
esperan empujarlo al límite. Pero, establecer el material de yuca como un
competidor del plástico tradicional ha sido una lucha cuesta arriba. Pocos
inversionistas confiables han estado preparados para respaldar la empresa,
aunque Avani recientemente obtuvo fondos de un grupo de capital privado por
primera vez.
Más allá de la
financiación, otro desafío ha sido vender los productos a las empresas a pesar
de la etiqueta "Green Premium" que los hace más caros que el plástico
convencional. Kumala
estima que las bolsas de plástico Avani son alrededor del doble del precio,
aunque algunos productos como los ponchos pueden ser más baratos que los
rivales de vinilo.
Pero la empresa
está bien situada para beneficiarse de un movimiento de cambio en Bali. Campañas
como "Bye Bye Plastic Bags", lideradas por dos adolescentes
carismáticas de la isla, han aumentado la conciencia sobre la contaminación
plástica y han obligado al gobierno a tomar medidas, recientemente
comprometiéndose a prohibir las bolsas de plástico para 2018.
El Programa de las
Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) se mostró escéptico con respecto
a los bioplásticos, señalando que algunos plásticos supuestamente
"biodegradables" no se descomponen completamente y dejan residuos
tóxicos.
Kumala no está de
acuerdo, creyendo que un nuevo paradigma es necesario para detener el tren desbordado
de la contaminación plástica. Para él, la noción de reducir, reutilizar,
reciclar siempre se ha predicado y no antagoniza con ella, pero es crucial complementar
esto con la noción de "reemplazar", para cual se necesita una revolución
mental para llevarlo a cabo. Para ello, los gobiernos necesitan apoyar la idea de
reemplazar el plástico.
Fuentes:
Avani Eco https://goo.gl/PPzLS6
CNN https://goo.gl/usdAxx
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