La contaminación atmosférica no siempre es causada por el ser humano, a veces las causas pueden ser por factores naturales tales como cenizas y emisiones de los volcanes, humo y gases de incendios no provocados, tormentas de polvo, las esporas de plantas y el polen, etc.
Sin embargo, la contaminación atmosférica producto del factor humano está haciendo peligrar la vida en el planeta Tierra. Entre estos contaminantes se pueden mencionar los provenientes de automóviles a gasolina y a diésel (camiones y autobuses), calefacciones por carbón, gasóleo o gasoil y gas natural, contaminantes industriales, incendios provocados, etc.
Consecuencias de la contaminación
La exposición a la contaminación atmosférica está presente en todos los lugares, especialmente en los sitios urbanos, y puede afectar a toda la población a largo de su vida. Múltiples estudios y revisiones sistemáticas han catalogado la contaminación atmosférica como una causa establecida de mortalidad, lo cual ha posibilitado el establecimiento de políticas de calidad del aire dentro de los países. No obstante, gran parte de la población mundial continúa viviendo en zonas con deficiente calidad del aire.
Algunas consecuencias de la contaminación atmosférica son las enfermedades en personas (respiratorias y dermatológicas), en los materiales (erosión de materiales de construcciones), en las plantas perjudicando la fotosíntesis, en el ambiente por la presencia de smog, el cambio climático, el efecto invernadero, la lluvia ácida y la disminución de la capa de ozono.
Purificar el aire y obtener energía en el proceso
En este sentido, urge una solución para este tipo contaminación y las buenas noticias son que investigadores belgas de la Universidad de Amberes y KU Leuven han logrado desarrollar un proceso que purifica el aire y, al mismo tiempo, genera energía produciendo y almacenando hidrógeno. El dispositivo, tan pequeño que cabe en la palma de la mano, sólo debe ser expuesto a la luz (energía solar) para funcionar.
El dispositivo consta de dos cámaras separadas por una membrana. El aire se purifica en un lado, mientras que en el otro lado se genera gas hidrógeno obtenido de parte de los productos degradados. Este gas hidrógeno se puede almacenar y utilizar más tarde como combustible, por ejemplo, para autobuses propulsados por hidrógeno.
De esta manera, los investigadores responden a dos grandes necesidades sociales: aire limpio y producción de energía alternativa. El corazón de la solución se encuentra en el nivel de la membrana, donde los investigadores utilizan nanomateriales específicos. Estos catalizadores son capaces de producir gas hidrógeno y romper la contaminación del aire. En el pasado, estas células fueron utilizadas principalmente para extraer hidrógeno del agua. Ahora han descubierto que esto también es posible, y aún más eficiente, con aire contaminado.
Parece ser un proceso complejo, pero no lo es: el dispositivo sólo debe ser expuesto a la luz solar. El objetivo de los investigadores es poder utilizar la luz solar, ya que los procesos subyacentes a la tecnología son similares a los que se encuentran en los paneles solares. La diferencia aquí es que la electricidad no se genera directamente, sino que el aire se purifica mientras la energía generada se almacena como gas hidrógeno.
Aunque este aparato todavía no está disponible en el mercado, los investigadores siguen trabajando para escalar este sistema y poder aplicarlo a procesos industriales, así como para mejorar los materiales que lo componen para que la energía solar pueda ser empleada de manera todavía más eficiente.
Fuentes:
KU Leuven https://goo.gl/CN1XvK
Renovables Verdes https://goo.gl/SY3xdW
Phys.org https://goo.gl/sSK3uW
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