Ya lo hemos mencionado en publicaciones anteriores, que para el año 2050 se espera el fin del uso de los combustibles fósiles (estamos a sólo 32
años y medio de distancia), que el transporte eléctrico está ganando terreno, que existe
tecnología cada vez más eficientes para generar y almacenar energía limpia, que los
costos de estas tecnologías para los usuarios finales es cada vez más
competitiva y asequible, y por lo tanto, se observa un cambio de paradigma en el ámbito
mundial.
Así, podemos conseguir noticias como que Australia cierra una de las centrales térmicas basadas en carbón más contaminantes del mundo o que Suecia se compromete a ser carbono neutral en el año 2045, 5 años antes de lo previsto por el acuerdo de París.
Así, podemos conseguir noticias como que Australia cierra una de las centrales térmicas basadas en carbón más contaminantes del mundo o que Suecia se compromete a ser carbono neutral en el año 2045, 5 años antes de lo previsto por el acuerdo de París.
Según Innovaticias, las empresas multinacionales en general,
han declarado públicamente que están intentando aplicar tecnologías e
innovaciones “verdes” y con bajas emisiones de carbono. Esto podría permitirles
alcanzar ambiciosos objetivos en cuanto a la responsabilidad social
corporativa. Estos son algunos ejemplos de lo que prometen hacer, en su camino
hacia la sostenibilidad.
Presiones múltiples
Casi todos los países del mundo se comprometieron en
diciembre de 2015 en la COP21, a bajar las emisiones de gases que acaban
contaminado la atmósfera. Estas promesas resultan imposibles de cumplir si no
hay un cambio drástico en las políticas del sector privado.
Muchos gobiernos están presionando agresivamente a las
empresas privadas, para que comiencen cuanto antes, una transición real
encaminada hacia una economía baja en carbono y éstas han respondido publicando
los informes de cómo han progresado y de cuáles son sus planes inmediatos y a
largo plazo.
Promesas empresariales
Los socios europeos de Coca Cola han explicados que ya han
recorrido las tres cuartas partes del camino, que los llevará a obtener toda la
energía que necesiten, de forma sostenible y proveniente de fuentes 100 %
renovables.
La empresa Kimberly-Clark, un conocido fabricante de
productos para el cuidado personal, superó el objetivo de disminución de las
emisiones, que se impuso para el 2016 y según el informe recientemente
presentado, avanzan con buen paso hacia una reducción de un 20% adicional, para
2022.
Tanto el grupo Canary Wharf como The Body Shop dieron a
conocer sus planes, en cuanto a sostenibilidad, que incluyen la construcción de
nuevos edificios verdes, el empleo de energías renovables y la generación de
menos residuos y gases contaminantes.
Volvo sostienen que, ya ha encaminado las infraestructuras
internas de sus plantas, para conseguir que en 2019 éstas solo produzcan coches
eléctricos y otros vehículos no contaminantes, desechando los que empleen
motores de combustión interna.
Sin duda, la forma más innovadora de anunciar los últimos
avances camino a la sostenibilidad y las bajas emisiones provino de Virgin
Media. La compañía utilizó sus canales de medios sociales y numerosos GIFs,
para difundir los mensajes clave de su informe de una manera
"atemporal".
Tesla sigue con sus planes de fabricación del Model 3, que
ya ha superado las 420.000 unidades pedidas, mientras sus Giga-baterías (la de
California que ya está en funcionamiento y la que piensa construir en
Australia) siguen llamando la atención de todo el mundo y ya ha comenzado a
implementar sus Tesla cities.
¿Todo será sostenible?
Sea cual sea la forma en que se envía el mensaje, lo que sí
ha quedado claro es que las organizaciones líderes del mundo se
definirán en la próxima década, por su capacidad para integrar la
sostenibilidad en su modelo de negocio básico. Al menos esa es la visión de las
consultoras de estrategia Globescan y SustainAbility.
Independientemente de que las empresas estén a la vanguardia
en ventas en los próximos 10 años, las consultoras predicen que tendrán que
situar la innovación en el centro de su estrategia y sus operaciones, no
solamente para conseguir sus objetivos de sostenibilidad, sino para resultar
creíbles.
En conclusión, las empresas que ya se montaron en ese autobús y las que se monten desde ahora, estarán en ventaja competitiva respecto a aquellas que no lo han
hecho ni lo hagan. Y los tecnólogos que se preparen para trabajar en esas empresas serán
altamente cotizados.
Fuente:
Innovaticias https://goo.gl/LBceMn
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