Conocemos más sobre la superficie de la luna que sobre el fondo de los océanos, aunque éstos ocupan un 70% de la superficie planetaria. Es complejo cuidar lo que no se conoce y el principal problema se debe a que el fondo marino es un entorno muy desafiante para la tecnología actual.
Para conocer más del ambiente marino, X una subsidiaria de la compañía Alphabet, a la cual también pertenece Google y antes conocida como Google X, ha desarrollado un proyecto cuyo objetivo es la búsqueda y obtención de datos relacionados con la biodiversidad que hay en aquellas áreas que todavía no han sido estudiadas. A este proyecto le han llamado Tidal con Neil Davé a la cabeza como gerente general del proyecto.
Uno de los graves problemas detectados por X es la contaminación oceánica y como ella afecta la vida marina y los corales, acidificando el agua y destruyendo el sumidero de carbono natural del planeta. Un recurso que proporciona alimentos a miles de millones de seres vivos incluidos los humanos. Ante la amenaza de la alimentación humana y la seguridad económica, también se debe considerar las prácticas pesqueras insostenibles y se necesita con urgencia información que permita matar dos pájaros de un tiro, proteger los océanos y alimentar a la humanidad de manera sostenible.
En Tidal comenzaron a trabajar en la exploración de nuevas herramientas que podrían proporcionar información útil para los piscicultores que buscaban formas ecológicas de operar y hacer crecer sus operaciones.
Por ello, en los últimos tres años, X ha estado hablando con piscicultores de todo el mundo que desean minimizar el desperdicio y reducir el uso de productos químicos. Para lograr su objetivo inicial, Tidal ha desarrollado un sistema de cámara subacuática junto con visión por computadora y otras técnicas de inteligencia artificial para rastrear y monitorear miles de peces individuales a medida que se desarrollan. Los componentes eléctricos tuvieron que desarrollarse para resistir el frío extremo y las presiones aplastantes del implacable ambiente de agua salada del océano. El sistema también puede interpretar comportamientos no visibles para los piscicultores.
Al registrar el comportamiento alimentario y los datos ambientales como la temperatura y los niveles de oxígeno, los piscicultores pueden tomar decisiones más inteligentes sobre cómo administrar sus corrales. Y los peces sanos requieren menos antibióticos, una preocupación entre los ambientalistas, según Davé.
El proyecto ha estado funcionando durante tres años con cámaras Tidal desplegadas en Europa y Asia para ayudar a rastrear especies de peces como el salmón y el rabo amarillo. "Puede haber una oportunidad para aliviar la presión sobre la pesca si hacemos que la piscicultura sea muy atractiva desde una perspectiva operativa y ambiental", dice Davé.
"Los peces tienen una baja huella de carbono en relación con otras fuentes de proteína animal y desempeñan un papel fundamental en la alimentación de 3.000 millones de personas en la actualidad", continúa Davé, "por lo que ayudar a los piscicultores podría ser crítico tanto para la humanidad como para la salud del océano".
Ahora, Tidal espera validar la tecnología antes de centrarse en otras áreas de conservación del océano. "Planeamos aplicar lo que hemos aprendido a otros campos y problemas, con la ayuda de expertos en salud oceánica y otras organizaciones ansiosas por encontrar nuevas soluciones para proteger y preservar este precioso recurso", dice Davé.
Fuentes:
9 to 5 Google https://bit.ly/2xuV8gY
The Verge https://bit.ly/2wIxiy7
New Atlas https://bit.ly/2QNrSbU
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