viernes, 29 de marzo de 2019

ECG, LA APP QUE PERMITE HACER ELECTROCARDIOGRAMAS EN APPLE WATCH

Fuente: Computer Hoy
A diferencia de un termómetro o un tensiómetro, un electrocardiograma (ECG) no puede hacerse de manera casera o portátil, ya que consiste de muchos electrodos atados a un sistema de monitorización bastante grande. Desde la década de 1940, los médicos se dieron cuenta de que se necesitaban algún sistema de electrocardiografía ambulatoria para ciertas patologías que, por su variabilidad, eran muy difíciles de detectar en la consulta. En 1962 se empezaron a comercializar los primeros sistemas portátiles que hoy se llaman "holters" en honor al investigador que empezó a construirlos en 1949.

Actualmente, los holters son pequeños y pueden usarse para monitorizar la actividad eléctrica del sistema cardiovascular durante al menos 24 horas. Su inconveniente reside en que los electrodos requeridos son incómodos, especialmente en la hora del sueño.

Acá es donde el Apple Watch entra en juego. Este dispositivo permite monitorizar la actividad eléctrica el sistema cardíaco durante 30 segundos (tiempo real) midiendo las constantes en la muñeca del usuario (permite tomar una foto instantánea de la crisis) y notificarle en cuanto haya algún problema para que el caso sea estudiado en mayor profundidad por un cardiólogo. Para los cardiólogos consultados esto sería “un complemento, no un sustituto” de las pruebas diagnósticas actuales.

La salud, con recordatorios sobre caminar y respirar, la cantidad de ejercicio que se hace al día o las horas que se pasan de pie, es uno de los aspectos más agradecidos de este objeto versátil que puede tener muchos otros usos. Sin embargo, el ECG es la actualización que más ha llamado la atención en Apple Watch

Un ECG es la medición de la actividad eléctrica del corazón. Es una prueba que se suele hacer en el médico por prevención, revisiones a deportistas o cuando alguien ha tenido problemas de salud. Está claro que los datos de Apple Watch no serán tan concluyentes como una visita al médico, pero pueden servir de orientación a los usuarios.
Fuente: Xataka
Entre lo que medirá el Apple Watch con el ECG está la frecuencia cardíaca, el ritmo sinusual y, más llamativo, detectará la frecuencia cardíaca irregular y la fibrilación auricular (FA). En el caso de que descubra alguna anomalía, avisará para que el usuario sepa que puede tener un problema de salud y decida si ir al médico.

La FA es donde se ha centrado la atención de Apple y ocurre cuando el movimiento de las aurículas (las cavidades superiores del corazón) se descoordina y produce un ritmo cardíaco irregular. No solo se trata de la cardiopatía más común sino que se vuelve más común con la edad. Además, suele tener complicaciones tromboembólicas (un incremento en el riesgo de ataque cardíaco y mortalidad), por lo que interesa un diagnóstico precoz que permita tenerla bajo control. 

El ECG que realiza el Apple Watch no es una prueba diagnóstica oficial, pero puede servir para detectar posibles anomalías cardíacas. La capacidad que tiene la aplicación de ECG para clasificar con precisión un registro de ECG en FA y ritmo sinusal fue validada en un ensayo clínico de unos 600 participantes. El estudio, según Apple, demostró que la aplicación tiene una sensibilidad del 98,3% al clasificar FA y una especificidad del 99,6% al clasificar el ritmo sinusal.

La realización de un ECG con el Apple Watch es muy sencilla. El usuario activa la aplicación en su dispositivo y coloca el dedo índice de su mano derecha sobre la corona del reloj. En 30 segundos, la app crea una gráfica lista para enviar al médico por PDF y comunica al usuario si ha detectado alguna posible anomalía. El funcionamiento se basa en que la zona inferior del reloj que está en contacto con la muñeca izquierda tiene dos electrodos. Un tercer electrodo está situado en la corona. Cuando el usuario la toca con la otra mano, se cierra un circuito eléctrico que es el que hace las mediciones.
Fuente: La Vanguardia
Además del sistema de electrodos, todas las series del Apple Watch realizan un seguimiento constante óptico de la frecuencia del pulso, que monitoriza durante todo el día las pulsaciones del paciente que lo lleva puesto. Cuando se producen cinco lecturas consecutivas que podrían indicar una anomalía cardíaca, como una arritmia, alerta al usuario para que acuda a su médico.

Pero Apple ha informado de que estas métricas no sustituyen las revisiones que cada uno deba hacerse en el médico y tampoco detecta ataques al corazón o ictus. Es una simple ayuda que se da al usuario pero que carece de responsabilidades sobre su salud. Tampoco sustituye a las pruebas de esfuerzo que se recomiendan a deportistas, que incluyen un ECG básico de doce derivaciones, ni a ninguna de las pruebas de diagnóstico habituales en cardiología.

La Comisión Europea ha aprobado la funcionalidad de ECG del Apple Watch Series 4 y la notificación de ritmo irregular del corazón. Está disponible en 19 países y también cuenta la aprobación de la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos.

La Universidad de Stanford (EE.UU.) ha emprendido un vasto ensayo clínico patrocinado por Apple para determinar si este sistema detecta realmente un trastorno del ritmo cardíaco y para comprobarlo ha reclutado a más de 400.000 participantes. La revista American Heart Journal describió en noviembre pasado el diseño de este ensayo clínico, considerado el estudio de evaluación más grande sobre la FA jamás realizado. El estudio, que ha entrado en la fase final de recolección de datos y tendrá sus primeras conclusiones a principios del 2020, está dirigido por los profesores de medicina cardiovascular Mintu Turakhia, Marco Pérez y Kenneth Mahaffey.

Fuentes:
Computer Hoy https://goo.gl/3ocXmK
La Vanguardia https://goo.gl/uoiKzb

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